No hay Chapín que no haya degustado unos deliciosos Tortrix en el recreo o la refacción. Y es que las apetitosas frituras guatemaltecas por excelencia ya no solo se degustan en este hermoso país, son de talla internacional y tienen una historia de emprendimiento, creatividad y mucha identidad guatemalteca que hoy te traemos.

Fue creada y comercializada por Productos Alimenticios René, empresa que lleva el nombre de su fundador y que inició operaciones en 1961, en una planta ubicada en la zona uno capitalina.

En 1962 se autorizó el uso de la marca Fillers, haciendo referencia a la palabra «Fill» de llenar en inglés, comenzando la producción de los primeros TorTrix.

En 1975 la planta se trasladó a la Calzada San Juan y, en 1988 Savoy Brands compra Productos Alimenticios René para luego, en 1998 esta empresa se une a Frito Lay.

TorTrix es un producto basado en maíz que se caracteriza por su textura crujiente, su original y única forma, así como sus tradicionales sabores barbacoa, limón, picante y chicharrón.

¿Quién inventó los Tortrix?

Esta es la historia de los Famosos Tortrix.. Tan chapines como las tortillas con frijol… La singular “boquita”, que ha acompañado a varias generaciones, fue creada por José René Menéndez Martínez, un activo empresario que falleció el 22 de agosto de 2007, a los 74 años de edad.

Menéndez Martínez nació en Jutiapa el 7 de enero de 1933. Su padre era un militar que desempeñó los cargos de gobernador en la Antigua, Cobán y Jutiapa; esto hizo que él estudiara la primaria en varios de esos lugares.

Tiempo después viajó a la ciudad para estudiar como interno en el Instituto Técnico Industrial.

José René Menéndez Martínez fue el creador de los Tortrix, un producto apreciado por los guatemaltecos y comercializado en muchos países del mundo


Allí adquirió amplios conocimientos de mecánica . Uno de sus primeros negocios fue juntar tapitas de bebidas gaseosas; las troquelaba y las vendía a los fabricantes de veladoras. Después de graduarse, instaló su primer taller que fue de reparación de equipo y maquinaria.

En este periodo, a finales de la década de 1950, conoció a Alberto y Martín Mishán, dueños de la fábrica de chicles Peter Pan. Ellos le mostraron maquinaria que no estaban utilizando y le propusieron que la reparara y formaran una sociedad. Así nació la fábrica de papalinas Tip Top, cerca del parque Colón. Más adelante fundó René Menéndez y Compañía Limitada, en la 10a. avenida entre 20 y 21 calles, zona 1, atrás de la estación del tren. Había entrado en la industria de alimentos. Hizo un viaje a Estados Unidos donde conoció a Isidoro Filler, quien le enseñó a hacer ricitos de queso y chicharrones. De vuelta en Guatemala aplicó los conocimientos adquiridos.

¿De dónde proviene la palabra Tortrix?

La palabra «Tortrix» es la mezcla entre las palabras «Tortilla» y Tricks de «trucos» o «treats» de golosina en inglés y no es para más, la identidad chapina que se saborea desde el primer bocado que sabe a puro maíz con un sabor intenso a barbacoa.


El siguiente paso fue fabricar un producto a base de maíz al que llamó Tortrix. Utilizó una mezcla de harinas y condimentos. El nombre se basa en la palabra inglesa trick (tricks, en plural), que significa truco y “tor” por las tortillas. En lugar de utilizar la palabra exacta sólo conservó el fonema de la primera y lo cambió a “trix”. La combinación significa trucos de tortilla.

Historia de éxito

Las primeras bolsitas circularon en 1962. Los consumidores iniciales fueron los niños de escuelas y colegios.

Menéndez Martínez creó la marca Filler’s en homenaje al hombre que le enseñó a producir este tipo de boquitas. “Al principio, el producto se vendía con mucho esfuerzo, porque todo el mundo torteaba en su casa, eran otros hábitos”,

Toda una generación de estudiantes se fue acostumbrado al sabor del crujiente producto. Costaba dos centavos la bolsa para escolares y cinco la presentación para todo público.

Sólo producía barbacoa y picante. “Todos llevamos Tortrix en la sangre, realmente fue una idea novedosa”, comentó el hijo mayor de la familia Menéndez.

La nueva boquita logró establecerse, se vendía en todos los rincones del país. Tal éxito atrajo la atención de la empresa estadounidense Beatriz Food. En 1971, personeros de ésta le propusieron a Menéndez Martínez comprarle la fábrica.

No hubo hogar dónde no hubiera esta deliciosa merienda y a todos los niños parecía encantar.

“Él no estaba pensando en vender su marca, pero creo que lo que le ofrecieron fue una cantidad que él nunca había visto junta; ni soñaba con que eso podía valer su empresa”, comenta su hijo. “Nunca especificó el monto, pero sí sé que negociaron la utilidad de siete años”, recuerda.

Después de meditarlo un tiempo, al final se decidió por vender, ahí fue cuando el producto se internacionalizó y llegó a fronteras salvadoreñas y hondureñas.

El trabajo de la familia Menéndez en la innovación de la indutria alimenticia guatemalteca continuó con el legado de José René Menéndez Chiu, hijo menor del genio inventor, quién creó los MUCHO NACHO, producto también de maíz que revolucionó y que cautivó desde ya hace más de 20 años el mercado guatemalteco con la empresa YAESTA.

No hay chapín que se respete que no haya probado los tortrix, ahora en diferentes presentaciones y en todos los rincones del país.

Además, una de las campañas de marketing más exitosas de la historia en Guatemala fue la llamada «a la tortrix» dónde todos aprendimos a degustar estas delicias con otros alimentos.

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