Hoy quiero compartirles una de las joyas culinarias más refrescantes de nuestra querida Guatemala: el delicioso ceviche de camarón. Este platillo no solo representa nuestra conexión con el mar y sus tesoros, sino que también es la excusa perfecta para reunir a la familia o amigos en esos días calurosos que tanto abundan en nuestro lindo país.
Y no, no necesitas vivir en Puerto San José o Champerico para disfrutar de un auténtico ceviche chapín. Con esta receta, podrás traer la playa directamente a tu mesa, ¡te lo garantizo!

Un poco de historia para abrir el apetito
Antes de meternos de lleno con la receta, déjenme contarles un secretito. Aunque muchos piensan que el ceviche es exclusivamente peruano (y ellos tienen su maravillosa versión, eso no lo discuto), la verdad es que en Guatemala hemos desarrollado nuestra propia interpretación que ha conquistado paladares por generaciones.
En los puertos y en las zonas costeras de nuestro país, el ceviche es más que un platillo — es una tradición familiar, un ritual de fin de semana, y para algunos, hasta un remedio para la resaca (¡aunque sobre esto último no puedo dar garantías científicas!).
Lo que sí puedo asegurarles es que nuestro ceviche guatemalteco tiene ese equilibrio perfecto entre acido, picante y dulzura que nos caracteriza. Es como nuestra personalidad chapina servida en un plato.

Ingredientes (para 6 personas)
Para que tu ceviche quede de chuparse los dedos, necesitarás:
- 1 kg de camarones frescos, pelados y desvenados
- 1 taza de jugo de limón (aproximadamente 8-10 limones)
- 1 cebolla morada grande, picada en cubitos
- 2 tomates rojos maduros, sin semillas y cortados en cubitos
- 1 chile jalapeño (o más si te gusta bien picosito), finamente picado
- 1/2 taza de cilantro fresco, picado
- 3 cucharadas de salsa kétchup (sí, este es nuestro toque guatemalteco)
- 2 cucharadas de salsa inglesa (Worcestershire)
- 1/4 taza de jugo de naranja fresco
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- Sal y pimienta al gusto
- 1 aguacate maduro, cortado en cubitos (para servir)
- Galletas saladas o tostadas para acompañar

La elaboración (paso a paso)
- Preparación de los camarones: Aquí va el primer consejo de oro. Si conseguiste camarones frescos, ¡qué bueno! Límpialos bien, quítales la vena oscura del lomo (esa es la tripita, y créeme, no la quieres ahí). Si son camarones congelados, descongélalos lentamente en el refrigerador y no con agua caliente (ese es error de principiante).
- Cocción rápida: Aunque algunos puristas dicen que el ceviche debe «cocinarse» solo con limón, en Guatemala preferimos darle una cocinada rápida a los camarones. Hierve agua con un poco de sal, apaga el fuego, y sumerge los camarones solo por 1-2 minutos hasta que cambien de color. Luego, sumérgelos en agua con hielo para detener la cocción. Esta técnica nos da una textura perfecta y elimina cualquier preocupación sobre bacterias.
- El baño ácido: En un recipiente grande (preferiblemente de vidrio o cerámica, nunca de metal porque el limón reacciona), coloca los camarones ya fríos y cúbrelos completamente con el jugo de limón. Déjalos reposar por unos 15-20 minutos. Mientras tanto, puedes ir picando las verduras y preparando el resto de ingredientes.
- La mezcla mágica: Agrega la cebolla, el tomate, el chile jalapeño y el cilantro a los camarones. Mezcla suavemente. Luego incorpora la salsa kétchup, la salsa inglesa, el jugo de naranja y el aceite de oliva. Este es el momento donde la magia comienza a ocurrir.
- El toque final: Sala y pimienta al gusto, mezcla nuevamente con cuidado para no despedazar los camarones, y refrigera por al menos una hora antes de servir. Te prometo que la espera valdrá la pena.
Consejos de mi abuelita de Reu
Esto es un «extra» que quiero compartir desde el corazón de mi familia que puedes implementar parar darle un «plus» delicioso a tu ceviche de camarón:
- El secreto del limón: Exprímelos a mano, no uses esos exprimidores metálicos que pueden darle un sabor amargo, mejor si son limones criollos y chiquitos, esos son los mejores para el ceviche.
- La cebolla perfecta: Para quitarle el picor fuerte a la cebolla, después de picarla, colócala en un colador y viértele agua muy caliente. Luego refréscala con agua fría. Quedará con todo su sabor pero sin ese picor que a veces puede ser abrumador. Si no te gusta la cebolla blanca prueba con amarilla o incluso con morada, tiene un sabor especial.
- El aguacate: Agrégalo solo al momento de servir, nunca antes, para que no se oxide ni se deshaga en la mezcla. Mi recomendación es el aguacate para hoy, es decir sazón y que sea HASS.
- El toque dulce: Si te gusta un poco más de dulzor en tu ceviche (como a muchos guatemaltecos), puedes agregar una cucharadita de KETCHUP a la mezcla. Suena raro, pero equilibra maravillosamente los sabores ácidos.
Formas de servir (¡porque en Guatemala somos creativos!)
El ceviche de camarón guatemalteco es un platillo versátil que puedes presentar de diferentes maneras:
- La clásica: En copas de martini o vasos anchos, acompañado de galletas saladas o tostadas. Si quieres hacerlo más elegante, sirve el ceviche dentro de un aguacate partido por la mitad.
- La playera: Directamente en su recipiente grande para compartir, con muchas galletas alrededor y unas cervezas bien frías. Así se disfruta en las playas de Guatemala.
- La gourmet: Sobre una cama de lechuga finamente picada, decorado con rodajas de limón y ramitas de cilantro. Acompáñalo con tostones de plátano verde en lugar de las galletas tradicionales.
- La mexicana: con tostada de maíz debajo:

¿Por qué nuestro ceviche es especial?
Lo que distingue al ceviche de camarón guatemalteco es ese balance perfecto entre acidez y dulzura que logramos con el kétchup y el jugo de naranja. Mientras que otros ceviches latinoamericanos pueden ser muy ácidos o muy especiados, el nuestro tiene ese punto medio que lo hace accesible incluso para quienes no son tan fans de los mariscos.
Además, al darle esa cocción previa a los camarones, conseguimos una textura que muchos prefieren: firme pero tierna, sin esa sensación gomosa que a veces tienen los camarones crudos «cocinados» solo en limón.
El ceviche en nuestra cultura
En Guatemala, el ceviche no es solo comida, es un ritual social. Es ese platillo que aparece en las reuniones familiares de domingo, en las celebraciones de cumpleaños, o simplemente como excusa para juntarse con amigos.
Si visitas los mercados locales en la costa sur, encontrarás vendedoras con sus grandes recipientes de plástico llenos de ceviche, sirviendo generosas porciones en bolsitas transparentes con una cucharita de plástico. Es comida callejera elevada a arte.

Y si alguna vez te encuentras en la capital en un día caluroso, verás cómo las oficinistas y ejecutivos hacen fila en los puestos de ceviche para refrescarse con esta delicia marina.
Una nota final
Lo bonito de las recetas tradicionales es que cada familia tiene su versión. Tal vez tu abuela le pone un poco de apio, o tu tía jura que el secreto está en agregar un chorrito de soda Gallo (¡sí, algunos lo hacen!). No hay versiones incorrectas, solo interpretaciones personales de este delicioso platillo.
Así que no dudes en experimentar y hacer tuya esta receta. Y cuando lo pruebes, cierra los ojos por un momento y déjate transportar a esas playas de arena negra, con el sonido de las olas y la brisa salada del Pacífico guatemalteco.
¡Buen provecho y que viva la cocina chapina!
¿Tienes tu propia versión del ceviche guatemalteco? ¿O tal vez un consejo secreto para hacerlo aún mejor? ¡Déjanos tu comentario abajo y comparte tu sabiduría culinaria con nuestra comunidad de Guialocal.com.gt!