Cada año, durante el mes de agosto, notarás que un notable flujo de visitantes hermanos salvadoreños que viajan a Guatemala para adentrarse en lo que se conoce popularmente como las “fiestas agustinas”.
Este fenómeno no es casual, sino que responde a una serie de factores históricos, culturales, económicos y sociales que han forjado una conexión especial entre ambos países. En este artículo exploraremos las razones detrás de esta tendencia, que une a dos naciones vecinas a través de celebraciones y tradiciones compartidas.
Un Encuentro de Culturas y Tradiciones
Guatemala es reconocida por su vibrante calendario festivo, además sus colores que en cada festividad se luce como ningún otro país.
Durante agosto, diversas ciudades y pueblos guatemaltecos se engalanan para celebrar fiestas patronales y eventos culturales de gran relevancia, donde la religiosidad y la tradición se fusionan con actividades populares, ferias, desfiles y eventos gastronómicos.
Para muchos salvadoreños, estas festividades ofrecen la oportunidad de reencontrarse con tradiciones similares a las de su país o, en ocasiones, descubrir nuevas manifestaciones culturales que enriquecen su identidad.
La conexión entre El Salvador y Guatemala va más allá de la proximidad geográfica; se trata de un intercambio cultural que se remonta a tiempos históricos, donde migraciones y vínculos familiares forjaron una relación estrecha.

Las “fiestas agustinas” en Guatemala se convierten en un punto de encuentro, un espacio donde salvadoreños y guatemaltecos comparten música, danzas, sabores y creencias. Así, viajar a Guatemala en agosto permite a los visitantes salvadoreños experimentar la diversidad cultural de la región y celebrar sus raíces en un ambiente festivo y acogedor.
Factores Históricos y Sociales
Históricamente, la migración entre El Salvador y Guatemala ha sido constante, impulsada por la búsqueda de mejores oportunidades laborales, educativas y de integración cultural.
Durante décadas, muchos salvadoreños han formado parte de comunidades en Guatemala, estableciendo lazos que se fortalecen en ocasiones festivas. El mes de agosto, con sus celebraciones religiosas y populares, se ha convertido en un momento ideal para que estos lazos se reafirmen.
Además, la modernidad y el avance en las comunicaciones han facilitado que la diáspora salvadoreña se mantenga informada sobre las festividades en Guatemala.
Redes sociales, medios de comunicación y comunidades virtuales difunden información sobre los eventos agustinos, invitando a salvadoreños a participar activamente.
De esta manera, lo que comenzó como una tradición local se ha expandido y ahora atrae a visitantes que buscan reconectar con sus raíces y vivir experiencias culturales enriquecedoras.
Aspectos Religiosos y Espirituales
Las Fiestas Agostinas, celebradas en San Salvador del 31 de julio al 9 de agosto en honor a la Transfiguración de Jesús, son un evento de gran relevancia religiosa y cultural. Incluyen desfiles, juegos mecánicos y gastronomía típica, atrayendo a miles de visitantes.
El evento inicia con el Desfile del Correo, donde carrozas y bandas recorren la capital. También destacan los “Viejos de Agosto”, personajes enmascarados que representan figuras mitológicas de El Salvador.

Guatemala también se prepara para recibir turistas durante esta festividad, promoviendo su campaña “Guatemala muy cerca de ti”, destacando destinos turísticos y actividades culturales en el país.
Celebraciones en Guatemala
Muchas de las celebraciones en agosto en Guatemala están dedicadas a santos y vírgenes que tienen un significado especial tanto para guatemaltecos como para salvadoreños. La devoción a estas figuras sagradas y la participación en rituales, misas y peregrinaciones son actividades que trascienden fronteras.
Para los salvadoreños, acudir a estas fiestas no solo es una forma de turismo cultural, sino también un acto de fe. La asistencia a procesiones, ofrendas y ceremonias religiosas les permite compartir su espiritualidad y, a su vez, aprender de las prácticas de otra nación que comparte una herencia similar.
Esta dimensión espiritual refuerza el sentido de comunidad y pertenencia, haciendo que la experiencia en Guatemala sea aún más significativa.
Razones Económicas y Oportunidades de Negocio
El turismo cultural y religioso en agosto también ofrece ventajas económicas tanto para los visitantes como para los anfitriones. Para muchos salvadoreños, aprovechar este mes para viajar a Guatemala representa una oportunidad para disfrutar de precios accesibles en hospedaje, gastronomía y actividades turísticas. La cercanía de ambos países facilita los desplazamientos, lo que se traduce en viajes cortos, pero intensos en experiencias.
Impacto positivo en nuestra economía
Durante las Fiestas Agostinas, Guatemala recibió 78,047 turistas salvadoreños, un aumento del 19.8% respecto al año anterior. Según el INGUAT, la derrama económica fue de US$21.8 millones, un 11.8% más que en 2023.
Los destinos más visitados incluyeron Antigua Guatemala, Izabal, Esquipulas, Atitlán y Quetzaltenango. La Cámara de Turismo destacó la implementación de una mesa de seguridad turística y la asistencia de Asistur para brindar apoyo a los visitantes. Se espera que las cifras finales superen las actuales, reflejando un impacto positivo en la economía formal e informal.
Por otro lado, los comerciantes y organizadores de eventos en Guatemala se benefician del incremento de visitantes extranjeros, lo que dinamiza la economía local y promueve el intercambio comercial. Las ferias y mercados que se instalan durante las fiestas agustinas ofrecen productos artesanales, gastronomía típica y servicios turísticos de alta calidad, atrayendo a un público diverso que busca tanto entretenimiento como oportunidades de negocio.
Impacto en la Identidad y el Sentido de Pertenencia
Viajar y participar en las fiestas agustinas en Guatemala se ha convertido en una forma de reforzar la identidad cultural. Para los salvadoreños que viven en el exterior o que residen temporalmente en Guatemala, estas festividades son un recordatorio de sus raíces y una ocasión para celebrar la herencia que comparten con sus vecinos.

Además, la interacción entre salvadoreños y guatemaltecos en estos eventos fomenta un sentido de solidaridad y unidad regional.
Las diferencias lingüísticas, costumbres y tradiciones se mezclan en un ambiente de respeto y camaradería, donde lo que une es mucho más fuerte que lo que separa.
Este «intercambio» contribuye a la construcción de una identidad centroamericana más integrada, en la que cada celebración se percibe como un eslabón en la cadena de la diversidad cultural.
Experiencias y Testimonios
Numerosos visitantes han compartido sus experiencias sobre las fiestas agustinas en Guatemala, destacando la calidez de la gente, la riqueza de las tradiciones y la intensidad de las celebraciones. Testimonios de salvadoreños narran cómo estas festividades les han permitido descubrir nuevos sabores, aprender danzas tradicionales y participar en rituales ancestrales. Las experiencias personales no solo enriquecen el bagaje cultural, sino que también generan un impacto emocional duradero, que invita a repetir la experiencia año tras año.
La diversidad de actividades, desde conciertos y exhibiciones artísticas hasta ferias gastronómicas y eventos deportivos, garantiza que cada visitante encuentre algo que resuene con su propia cultura y estilo de vida. Así, la presencia de salvadoreños en Guatemala en agosto se convierte en una celebración de la diversidad, en la que el intercambio cultural se vive intensamente y se perpetúa a través de nuevas generaciones.
Conclusión
La presencia de salvadoreños en Guatemala durante el mes de agosto no es fruto del azar, sino el resultado de una convergencia de factores históricos, religiosos, económicos y sociales que han forjado una relación especial entre ambos países. Las fiestas agustinas en Guatemala se han transformado en un escenario privilegiado para el intercambio cultural, la renovación de la fe y la consolidación de la identidad centroamericana.

Participar en estas celebraciones permite a los salvadoreños reconectar con sus raíces, disfrutar de tradiciones compartidas y, sobre todo, vivir una experiencia única que trasciende fronteras. En un mundo cada vez más globalizado, estas festividades se convierten en un recordatorio del valor de la diversidad y de la importancia de celebrar la riqueza cultural que define a nuestra región.
Ya sea por motivos religiosos, culturales o simplemente por el deseo de vivir momentos inolvidables, agosto en Guatemala se presenta como un destino ideal para quienes buscan experimentar lo mejor del patrimonio centroamericano. Con cada celebración, se refuerza el vínculo entre naciones y se construye un futuro en el que la identidad cultural se celebra con orgullo y pasión.